miércoles, 1 de enero de 2014

Bugs

Puntos radiantes, iónicos, reflectantes, insólitos ahí arriba. Pero si no los miras, no los ves, como todo. El problema es ese, que muchos se olvidan de mirar, de cómo mirar o de hacia donde mirar y otros creen que ni siquiera pueden mirar. Conocer mejor el sonido que hace el aparato de aire acondicionado que el de una corriente de agua montaña abajo. Así vivimos ahora, sumergidos y saturados de lo gris en lugar de lo azul y lo verde, preocupándonos de esta o aquella factura, de la vida de fantasmas holográficos plasmados en pantallas. Y luego llegas a casa y te sientes igual solo a pesar de tener a tu familia a una pared de distancia. Así es como funcionan las cosas. Change your mind and you can change your life. Esos bichos que recorren las visceras por dentro, haciendo "click", "click" con sus patitas arriba y abajo y que tu matas a zapatazos o con spray tóxico. Pero cuando pisas una, aparecen otras dos y al pisar estas dos otras cuatro, y así sucesivamente hasta que al final sus antenas asoman por el lagrimal y los agujeros de las orejas. Te perforan el tímpano y te hacen cosquillas en la lengua. Y no te dejan pensar en otra cosa. Son emociones fractales que se multiplican en espiral, hacia adentro. Hasta tú tejes teoremas poco elaborados y ficticios. Con muchos puntos y comas pero ningun punto ni ninguna coma. Haces bailar las palabras como te da la gana, igual que con los pinceles, este color o el otro, no van a cambiar nada, pero lo visual se queda. Ese es el problema.