lunes, 11 de julio de 2011

Somewhere to scape


Querida YO del futuro, me gustaría que cuando leas esto dentro de un tiempo indeterminado pero necesario hayas cumplido al menos un tercio de las peticiones que nombraré a continuacion. Verás, llega un momento en toda adolescente diecisieteañera en que se plantean una serie de requisitos en la vida de una misma. Con lo cual, agradecería cumplir los siguientes cometidos antes de apartarme del mundo tal y como lo conocemos: Quiero viajar a las antípodas, ver ballenas en su hábitat natural, correr por un prado hasta quedarme sin aliento, volver a Escocia, continuar haciendo snowboard hasta que la edad me lo permita, aprender a cantar, ir de erasmus, beber vodka ruso, conocer a alguien nacido en Madagascar, sacarme el curso de buceo profesional y el de patrón de embarcaciones, estudiar biologia marina, no dejar NUNCA de aprender cosas nuevas, ver la aurora boreal, montar en avestruz, tener una habitación-acuario o en su defecto una enorme pecera con medusas, dejarme el pelo largo larguísimo y tintarmelo de azul, bañarme desnuda en una playa desconocida, tatuarme, comprarme un telescopio, ganarle la guerra estudiantil a la física, hacer de extra en alguna película de serie B, escribir un libro sobre mis sueños raros, navegar en un viejo buque pirata, tener una casa con un dormitorio-buhardilla cuyo techo sea de cristal para poder quedarme dormida contando estrellas, ir de interrail, dedicar una canción por la radio, buscar en París las calles que Cortázar describe en "Rayuela", soñar hasta el fin de mis dias.

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