sábado, 1 de septiembre de 2012

Carefully

En estos tiempos en que cada cosa que ocurre se vuelve mil veces más complicada en la cabeza, hay que pararse. Detener todos los relojes de casa y pensar. Reflexionar y darle vueltas al asunto. Nunca, NUNCA hagas cosas sin pensar, cada decisión marcará un antes y un después y de cada uno depende hacia donde tomen rumbo las cosas. Porque a veces no es más que un seguno lo que hace falta para darte cuenta de lo que realmente importa, de qué quieres conservar. Decide bien las jerarquías que reinen en tu vida porque te juegas mucho. Da igual que sea antes o después, pero si dejas pasar ese instante de lucidez jamás podrás valorar todo aquello que habrás perdido.

1 comentario:

  1. ¡Cuánta razón tienes! Pero... ¿acaso pensar demasiado las cosas, no nos ha complicado la vida alguna vez? Hay tiempo para pensar y otras en que debemos dejarnos guiar por los impulsos, lo que venga después es cosa de nuestra suerte...

    Besos guapísima.

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