domingo, 25 de diciembre de 2011

Kill'em all




Me sorprende la cantitad de frivolidades y utilitarismos que ocurren dia a dia. Tanto a nosotros mismos como a los que nos rodean. Se pierde el valor de las cosas, el simbolismo de cada pedazo de realidad. Ya no se tiene a nada ni a nadie en cuenta, la sociedad está demasiado individualizada como para que cambien este tipo de cosas.
Qué triste, ¿No?

4 comentarios:

  1. individualizada? perdon? si en esta sociedad uno no puede ser el mismo, solamente gozan de individualismos los capitalistas ke nos hacen bailar a su son, nosotros solo somos borregos ke pensamos practicamente todos igual directa o indirectamente, originalidad poka veras en este mundo y mucho menos individualismos, lo unico que veras un colectivo de borregos

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  2. No me refiero a ese tipo de individualismo. Me refiero al egoismo al que hemos llegado, en el que prácticamente todo el mundo no hace más que preocuparse por el beneficio propio, por encima de todo lo demás, esa gente a la que solo le importa el dinero y es capaz de pisar a cualquier persona y de acabar con cualquier tipo de recurso sin ningun miramiento, véase la rapidez con la que nos estamos cargando el planeta por culpa de este tipo de sociedades insostenibles.

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  3. Soy Zarach... he visto debate y no he podido evitar meter la zarpa xD.

    Es tan sencillo como una cosa: si todo el mundo fuera como dice Balma, no serían necesarios políticos, ni leyes, ni religiones, ni nada... viviríamos en anarquía, pero no dicho peyorativamente, sino anarquía como el modelo de estado perfecto y equilibrado, utópico e ideal, donde respetáramos el principio de no hacer nada que perjudique a otros. Pero eso es imposible, porque no todos los seres humanos estamos preparados para ello (y yo el primero que no, que a veces soy muy egocéntrico xD). Dile a los diez millones de votantes del PP que son unos borregos por no pensar por si mismos, y ya verás lo que te dicen... y asi nunca llegaremos a ningun sitio y dejaremos a nuestro paso un planeta desahuciado y destruido...

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  4. Pero el hombre es un niño laborioso y estúpido
    que ha hecho del juego una sudorosa jornada.
    Ha convertido el palo del tambor en una azada
    y en vez de tocar sobre la tierra una canción de júbilo
    se ha puesto a cavarla.

    ¡Si supiésemos caminar bajo el aplauso de los astros
    y hacer un símbolo poético de cada jornada!

    Quiero decir que nadie sabe cavar al ritmo del sol
    y que nadie ha cortado todavía una espiga
    con amor y con gracia.

    Ese panadero, por ejemplo,
    ¿por qué ese panadero
    no le pone una rosa de pan blanco a ese mendigo hambriento
    en la solapa?

    http://www.youtube.com/watch?v=QQI0BhEq4U8

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