Never more.

Hoy toca mirar atrás. Mañana, sí, ni el mes que viene, ni el año que viene ni la semana que viene. MAÑANA se acaba un capítulo de nuestras vidas. Grandes, grandísimos camios, gente que ha dejado huella, buenos y malos momentos. Pero sobretodo un día a día de madrugones y exámenes y broncas y ojeras y risas. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. 2006-2012. Siempre, para bien o para mal, habéis pasado a formar parte de mi todos y cada uno de vosotros. Gracias.

G.

Avui faig una apologia a tu. A una de les poques persones amb les que es poden compartir nits de lluna plena, converses trascendentals, pel·licules gore i vespres pel parc absorvint cada segon. Algú a qui pots explicar les més extranyes de les reflexions i que tot i així et mire, somriga i t'explique les seves. Perquè he aprés molt de tu, de les teves ganes de fugir d'allò establert, de crear tot un món a través de l'art només amb les teves mans. Estic del tot convençuda de que el món seria molt millor si hi haguessin més persones com tu.

Regreso a Ítaca

Seduce cada ola sin perder tiempo, que ya estamos en el final del viaje. No te olvides de empapelar cada experiencia, que muchas de ellas en tierra firme desaparecen. Vas a dejar atrás el olor a sal, las noches infinitas a la luz de las velas en cubierta, los conciertos de violín y piano en las noches de tormenta, los amaneceres desde lo más alto del palo mayor. Pero sobretodo, dejarás de echarla de menos cada segundo de tu vida. La encontrarás allí, en el peñasco del viejo faro blanquecino, como su piel. El dia de tu marcha se sentó allí, al borde del acantilado a escudriñar cada esquina de océano sin más objetivo que volver a ver tu pelo cobrizo zarandeado por el mar.

Alquimia intrínseca

Continúo guardando sensaciones en formol para los momentos de flaqueza. Así, será imposible que se pudran las ilusiones que nos quedan y que a pesar de que el mundo en el que vivimos nos pisotee cada vez más fuerte, no morirán. Será como recoger un amanecer, disecarlo y tenerlo en un bote de cristal sobre la mesita de noche. Escúpele a la cara a los fracasos y los vencerás, se más ácido que el nítrico y el sulfúrico juntos y verás como en el fondo nuestros átomos no son tan distintos a los de la parafina.

Inside

Cada obsesión te acerca más al infinito. Ese incendio interior que abrasa y carcina tus decisiones. Y luego cenizas y humo, y olor a arrepentimiento. Presta atención y escucha el crepitar de cada hoja de álamo haciéndose presa de la combustión. ¿Ves? Solo hacía falta un poco de oxígeno para que sucediera lo inexplicable.

I know, you know, he/she knows, we know, you know, they know.

Que sí, que no me vuelvas a dar la charla. Ya sé que la culpa de todo la tienen las noches de usar y tirar, el etanol envasado, la suspensión en el aire de pequeñas partículas sólidas que resultan de la combustión incompleta de un combustible. Y la repetición indeterminada de estas mismas situaciones cada cinco o siete días. Pero, para qué estamos aquí sino para eso? Para rodearte de la crême de la crême y salir a la calle, a beberte el mundo y comerte hasta las cáscaras de cada situación. Sonríe hoy, porque quizás mañana ya sea demasiado tarde.

Boom

Rumbo al sinsentido, clasificando lo absurdo en estanterías trazadas por rincones oscuros de la memoria. De esos que no vas a volver a oír hablar. Demasiado secretismo en el inconsciente, perdiendo la credibilidad a cada letra. No importa, lo unico cierto es que el desorden siempre se sublevará al régimen de lo establecido tanto por dentro como por fuera. Una contínua realidad monocromática que se superpone a las demás dimensiones cuánticas. A que no te habías dado cuenta? Procura girarte tan deprisa que llegues a ver la sombra del pasado estática, sin difuminación alguna. Deja que la razón se olvide de su propio significado y enséñale que todo es posible si se puede imaginar. La supuesta armonía de lo inconexo solo se debe a la transmutación de lo inoportuno. El azar juega con nosotros como si no existiera mañana, como una cenicieta que, desconcertada, se olvidó de escuchar las doce campanadas.