And again, and again, and again...

Pues eso, siempre igual, siempre todo del revés, como un paracaidista que se ha olvidado el puto paracaídas. Parada en seco, un mosquito en la luna de tu coche, aplastado, sin remedio, con las visceras esparcidas por doquier. Me canso de que me de vueltas la cabeza, de hundirme en la mierda. Que le jodan al mundo, que te jodan.

Felicidad efímera

Si, efímera, que dura exactamente el tiempo que estoy con-tigo. Que se transforma en tristeza y confusión cuando me alejo, te alejas inevitablemente hasta "vete tu a saber cuando". ¡VALOR joder! Eso es lo único que necesito.

Ocea Soul

-¿No estás cansado de tanta rutina?
-Tampoco hay nada más que hacer en esta mierda de ciudad...
-¿Eso crees? ¿Prefieres encerrarte en una rutina cíclica que te impida ser feliz?
-No creo yo que sea tan exagerado, ¿No?
-Lástima que estés tan equivocado, mira en tu bolsillo derecho.
-Pero... ¿Y esto?
-Sí, dos billetes de avión a la luna, dicen que han abierto el primer restaurante con vistas al mar. Una escapada única, eternamente nuestra.
-Faltan los de vuelta.
-Lo sé, en eso consiste, vive el momento, confía en mi, déjate llevar, cierra los ojos, abrázame y piérdete inmerso en el rumor de las olas.
-Sigues sin convencerme, tarde o temprano todo esto acabará y me dejarás ir, sin más.
-Quién sabe, solo somos dos pedazos de carne caminando hacia ninguna parte.

What did you spect?

Que esperabas encontrar en las profundidades de un abismo? Un mundo nuevo? Luz? Falso. No hay nada más que un puñado de sombras y una jodida oscuridad que se acrecenta minuto a minuto. No aguanto más, me desmorono frente a la incertidumbre de no saber qué piensas, qué sientes o qué esperas de todo esto. Quién sabe, un festival o un concierto puede que hagan coincidir de nuevo tu pupila con la mía, en un inacabable instante de euforia y obsesión. Y así salir de dudas y de esta podredumbre de vida vacía en la que estoy inmersa. Solo de esa forma escalar las paredes del peñasco que rodea mi rutina. Desahogos ahogados en un océano de incertidumbre.

Insomnio

Estoy cansada de no poder dormir hasta que la luna se ha adueñado por completo de la noche. Hasta que mil preocupaciones se adormecen en mi cerebro dándome un respiro para soñar y evadirme al mundo incontrolable de la imaginación. Tan íntimo como absurdo. Allí plasmamos las frustraciones más profundas de nuestro ser ¿Pero quién te ha dado permiso para entrar en ellos? ¿Quién te ha permitido aferrarte incluso en mis más oscuras pasiones? Yo desde luego no. Quiero soledad, quiero un mar, su brisa, las páginas de un libro antiguo corriendo ajetreadas enmedio la arena. Al fondo, un acantilado cubierto de brezo violáceo y un faro incandescente donde perderme cada anochecer. A comerme las estrellas con los ojos, acompañando cada velada nocturna con un granate espeso.

Entre lo onírico y lo racional

Si, como la escarcha y la nieve, las estructuras cristalinas de H2O que se deshacen y reorganizan sobre los poros de mi epidermis. No puedes ni imaginarte cuán insano es no encontrar tu aliento en mi cuello. Ni dejar de escuchar el susurro de tu respiración bajo un manto de palabras que carecen de sentido. Entre la vida y la muerte, todo se reduce a una mera decisión: Luchar o rendirse.
Todo depende de la recompensa, si un segundo contigo o una eternidad sin ti.

Shadows

Sonrisas que se apagan enmedio de un mar de velas, exhalando llamas, entusiasmo. Momentos que sé que quizá ya has olvidado. Pero yo no. Jamás. Tan difícil es encarcelar un segundo para siempre... Eliminar la amnesia selectiva que me obligaría a pensar que no has existido y que aquel tacto de tu cabello en mi pecho fue ficción... No dudaría un instante en gritarle que tú eres la razón por la que espero, insaciable, un cambio.

C'est la vie

Así es, cada vez estamos más solos. Mientras el paso inexorable del tiempo va dejando atrás momentos y personas que poco a poco se desvanecen, aletargados entre millones de recuerdos. Pocas veces se gana, muchas se pierde. Acéptalo. La vida no es un anuncio Coca-cola o un final Disney por mucho que nos empeñemos. Como la luna, todo tiene su lado oculto, oscuro, en el que se esconden un sinfín de derrotas, de caídas, de olvido, de lágrimas. Y estos jamás desaparecen, como mucho, permanecen enterrados un tiempo bajo un delgado manto de olvido que se disipa momentaneamente. Jamás esperéis nada de la vida, aprended a vivir del sufrimiento.