lunes, 13 de diciembre de 2010

Insomnio



Estoy cansada de no poder dormir hasta que la luna se ha adueñado por completo de la noche. Hasta que mil preocupaciones se adormecen en mi cerebro dándome un respiro para soñar y evadirme al mundo incontrolable de la imaginación. Tan íntimo como absurdo. Allí plasmamos las frustraciones más profundas de nuestro ser ¿Pero quién te ha dado permiso para entrar en ellos? ¿Quién te ha permitido aferrarte incluso en mis más oscuras pasiones? Yo desde luego no. Quiero soledad, quiero un mar, su brisa, las páginas de un libro antiguo corriendo ajetreadas enmedio la arena. Al fondo, un acantilado cubierto de brezo violáceo y un faro incandescente donde perderme cada anochecer. A comerme las estrellas con los ojos, acompañando cada velada nocturna con un granate espeso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario